¡Primaveraaaaa!

¡Cómo adoro esta época del año cuando empiezan a brotar las flores!

Según la medicina Ayurveda, una medicina milenaria procedente de la India, en esta estación del año es cuando tu energía interior se nutre más de la energía del sol, la temperatura es más elevada, tu metabolismo empieza a disminuir su ritmo y las alergias del sistema respiratorio ”asoman la cabeza saludándote”. Es la estación del año donde tu cuerpo pasa de tener un sistema fuerte tras el invierno, para poco a poco ir debilitándose hasta la llegada del verano donde tu inmunidad ya es muy baja.

¿Te pica la nariz? ¿te cuesta respirar? Pues sí, siento decirte que estás dentro del 21% de la población española que sufre de rinitis alérgica pero es que además si te ahogas cuando haces ejercicio y vas siempre con tu máquina expectorante para abrir los pulmones tu sistema inmunológico quizá no esté todo lo fuerte que debería.

Hace unos años la alergia afectaba al 20% de la población pero en cinco años se estima que un 50% de la población sufrirá alguna alergia, ¿No te parece exageradamente elevado? Lo más sorprendente para mí es que las que han crecido de forma espectacular en los últimos años son las alergias a los alimentos. Da mucho que pensar.

Alergias Vs. intolerancias.

La alergia es una reacción de tu sistema inmunológico. En este caso habitualmente interviene una proteína de una planta, de un ácaro, de un animal o de un alimento que al unirse a otra proteína transportadora más grande es capaz de provocar la respuesta inmunitaria desarrollando un proceso alérgico.

La causa de los síntomas es la respuesta que tiene esa persona a este alimento, planta, etc., no éstos en sí mismos. Por ejemplo, una persona alérgica a la proteína del huevo puede desarrollar una anafilaxia (ahogo) mortal únicamente con contaminación cruzada, es decir, consumir un alimento que ha estado frito en el mismo recipiente donde se ha cocinado previamente un huevo. Mientras que otras personas no tienen tal hipersensibilidad al comerlo pero sí notan picores en la nariz, rinitis, o dificultad al respirar. Sea cual sea el nivel de reacción, el proceso es el mismo: en ese momento sucede una liberación de histamina en sangre. Por eso el tratamiento convencional consiste en antihistamínicos o bien cortisona.

Por otro lado, la intolerancia alimentaria es aquella en la que no participa tu sistema inmunológico. He aquí la principal diferencia. La reacción se genera por la manera que tiene tu organismo de procesar el alimento o sus componentes y cuan irritantes son estos para tu intestino.

Las causas pueden ser por reacción tóxica, farmacológica, metabólica, psicológica o digestiva o un nutriente o sustancia química que contiene ese alimento

http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/docs/documentos/seguridad_alimentaria/evaluacion_riesgos/informes_comite/ALERGIAS_ALIMENTARIAS.pdf

Hoy en día existen tratamientos de inmunoterapia, vacunas personalizadas así como la farmacología que han impactado positivamente en la calidad de vida de los alérgicos y permiten hacer vida normal pero, ¿es suficiente? Los antihistamínicos y los corticoides por ejemplo, pueden ayudarte a trabajar la clínica aguda (el momento de pico de más alergia) pero a la larga deprimen más tu sistema inmunológico…

¿La solución? El intestino: el primer órgano inmunitario del organismo.

Entre 60-70% de la totalidad de las células linfoides, que son las células que participan en el sistema inmunitario, están en tu mucosa intestinal. Dicho sistema se llama GALT (Gut Associated Lymphoid Tisue) y es donde se organiza la mayor parte de la respuesta inmunitaria.

Tu intestino debe tener una alimentación limpia y nutritiva para ti y para tus bacterias así pues no abuses de alimentos liberadores de histamina como el kiwi, mango, piña, melón, sandía, aguacate, limón, frutos secos, etc. Este será un primer paso para empezar a mejorar tus desequilibrios y sobretodo tu calidad de vida.

Lo sé, tu agüita con limón por la mañana, la tostada de aguacate y un puño de nueces con tu fruta diurética como la piña es un desayuno completísimo pero, ¿te has preguntado si es lo ideal para ti? Quizá no y con ello estás fastidiando tu inmunidad.

Tanto si eres alérgico como intolerante cuida de tu sistema inmunológico.

Te dejo una receta para que refuerces tu intestino y así puedas construir un sistema inmunológico fuerte. Ah, y añádele cinco respiraciones profundas a tu día para que tu estrés no afecte a tu inmunidad.

Caldo para tu sistema inmunitario:

Ingredientes

  • 1 manojo de tomillo en rama
  • 1 manojo de perejil
  • 4 ramitas de Bimi
  • 2 ajos
  • ½ puerro
  • 1 cebolla de Figueras
  • 4 shiitakes organicos
  • 1 ½ C de pasta de miso (fermentado de arroz, sin gluten)
  • 2L de agua filtrada

Instrucciones

  1. Lava los vegetales. Aunque vengan en envases de 4 gamma (es decir en bolsas) asegura de limpiarlos bien. Puedes utilizar unas gotitas de vinagre de manzana. También existen otros preparados naturales.
  2. Pon una olla con el agua a hervir.
  3. Pela y corta la cebolla y las setas a láminas. Haz lo mismo con el resto de vegetales y procura que tengan medidas parecidas para que la cocción sea uniforme. Añade en la olla junto con los ajos.
  4. A la vez añade las hierbas y especies dentro de la olla. También puedes añadirlas en formato “bouquet de garnier “, es decir preparar un ramo con todas las especias y hierbas dentro de una gasa y cerrada con un hilo o bien dentro de una bolsita de té.
  5. Deja hervir a fuego lento durante 1 hora.
  6. Finalmente añade 2 cucharadas soperas de pasta miso y remueve para que se deshaga y coja sabor.

NOTAS:

Toma una taza antes de las comidas principales.
Puedes utilizar la olla a presión u otro recipiente para que la cocción sea más rápida.
*Bimi: híbrido natural entre brócoli y col china.

Recuerda que TÚ tienes la responsabilidad de tu salud y solo tú serás capaz de mejorarla.

Mantente abierto y considera vías complementarias a tu tratamiento actual junto con la nutrición celular activa.